Lazarus, uno de los grandes en el análisis del estrés, dedicó su trabajo a analizar la relación de la emoción, el estrés, la valoración y el manejo de las situaciones. Estableció dos procesos de valoración interdependientes: Valoración primaria: se refiere a si lo que sucede es relevante para los propios valores, creencias sobre el self y el mundo. Valoración secundaria: proceso cognitivo-evaluador que se centra en lo que puede hacer una persona sobre la relación estresante persona-medio, especialmente cuando la valoración primaria destaca la situación como una amenaza. Realizamos una especie de contabilidad entre lo que la situación me demanda y lo que tengo para resolverla adecuadamente. Siempre valorando desde nuestra propia percepción. La emoción de miedo, el malestar, el estrés en sus inicios, nos avisan de que no nos sentimos capaces de resolver. Nos faltan: conocimientos, recursos, herramientas, estrategias, habilidades. Nos puede faltar dinero (recurso concreto básico) o nos puede faltar capacidad analítica. Cada persona tiene su camino de aprendizaje y sus necesidades. Si nos faltan recursos para afrontar-calmar-resolver-crear-modificar...una situación ¿Aprendemos o nos agotamos? Si una situación nos estresa implica que consideramos que excede nuestras capacidades para afrontarla adecuadamente. Se trata de un indicador de la necesidad de generar nuevos recursos y capacidades. Avisa de necesidad y posibilidad, nuestro inteligente organismo nos da un aviso ¿Vamos a descalificar a nuestro inteligente organismo? ¿Agotamos personas o las capacitamos?
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Ana VarelaPsicóloga. Especializada en la gestión activa del estrés. ¿Qué es el estrés? Un término que hoy se utiliza de forma generalizada pero que, muchas veces, no lo comprendemos o no sabemos cómo se inicia. Lo habitual es hablar de poco tiempo, muchas tareas, pero ¿Es eso el estrés? No. Hay quien con muchas tareas es tremendamente feliz. Las situaciones nos resultan estresantes cuando no conseguimos resolverlas, porque percibimos no contamos con recursos para ello. El tiempo es un recurso, planificarlo una capacidad aprendida. El dinero también lo es, y saber conseguirlo resulta fundamental. También el conocimiento, la información, la capacidad para calmarnos, saber analizar y "trocear" los problemas para no ahogarnos, generar opciones, saber comunicar adecuadamente, construir una red social de apoyo.... todo son recursos. Y los recursos tienen su historia de aprendizaje. Tenemos recursos y carencias. Aprendizaje a lo largo de toda la vida. Cada persona necesita trabajar aquellos que no ha podido aprender o entrenar. ¿Qué recurso necesitamos? ¿Qué debemos aprender para resolver? Las situaciones estresantes se caracterizan por resultar impredecibles, y fundamentalmente por hacernos sentir que no tenemos control, que perdemos la posibilidad de manejarlas. Nos percibimos incapaces. Pero no lo somos, simplemente nos faltan aprendizajes, de diferentes tipos. En una sociedad de cambios y continuas adaptaciones, el estrés se presenta como un proceso bastante "normalizado" El estrés, al comienzo, nos avisa de la necesidad de cambiar, aprender, para las nuevas situaciones que se nos presentan. Frenemos las inercias antes de que el estrés mantenido, durante tiempo, nos obligue a frenar. ¿Y si lo “utilizamos” inteligentemente para cambiar? |